Por un país con educación

Guatemala es un país hermoso, lleno de paisajes que son tan impresionantes que uno quisiera parar el tiempo para no perder ni un detalle de esos momentos, no digamos de la flora y fauna que nos caracteriza, así como la calidad de ser humanos que somos, que cada vez que alguien termina de consumir sus alimentos, se escucha un “buen provecho”, o los saludos de “buenos días”, “buenas tardes” y “buenas noches”, he escuchado que cuando un chapín está en el extranjero rápido se nota de dónde es porque moja su panito dulce en el café, ¿Lo ha escuchado?

Los guatemaltecos somos personas de bien y cálidas, pero también hay que aceptar que vivimos en un país donde no todos tienen acceso a la educación. Esto es lamentable, porque debe ser una de las prioridades en todos los ámbitos, desde el hogar, hasta el gobierno. Por eso, me atrevo a decir que la necesidad de esta formación en nuestra niñez y, ¿por qué no?, en los adultos que no tuvieron la oportunidad de estudiar en su juventud, es muy importante, es vital.

Si una persona se educa, lee, aprende a tener un pensamiento crítico, podrá reaccionar de una mejor manera ante situaciones complicadas, podrá defenderse porque tendrá el conocimiento de sus derechos, así como de sus obligaciones, un ser humano con una formación educativa, podrá optar a mejores puestos de trabajo y por ende, a una mejor vida económica, y claro, también puede llegar a ser parte de los empresarios de este país, para poder brindarle trabajo a más hermanos, ayudando a más hogares a salir adelante.

Con la educación, siempre tendremos un ‘ganar-ganar’, disminuiría la violencia, el maltrato y sumaríamos al país, a nuestros hijos, nietos, bisnietos y demás generaciones que seguirán luchando por ser mejores cada día.

Por estas razones y muchas más, le invito que pueda aportar su granito de arena, para que juntos podamos construir un mejor país.

Kurt Bendfeldt

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